¿Los médiums han evolucionado con el tiempo o han desaparecido quedándose en viejas historias del siglo XIX?

No fue hasta el siglo XIX cuando se empezó a investigar de forma «profesional» el misterio de los médiums, a pesar de sufrir los estragos de las intrusiones de la iglesia y cómo ésta generó presiones a jueces y fiscales para que ordenasen prohibir el estudio y la publicación de libros relacionados con la parapsicología en general.

El hecho de aceptar la existencia de los espíritus fue para algunos una aberración y para otros una liberación. El intentar demostrar con técnicas científicas y pruebas fehacientes basadas en hechos improbables e imposibles de explicar la existencia de unos seres invisibles parecía algo impensable. Me atrevería a decir, que era ir a contra corriente. En una época en la que el librepensameinto estaba cada vez más presente, toda idea que pareciese sacada de un cuento de hadas parecía casi cometer un sacrilegio, sobretodo para la iglesia.

Médium
Sesión de espiritismo de principios de siglo XIX

Se sabe que quisieron excomulgar a todo aquel que publicase libros sobre parapsicología y espíritus en la Francia del siglo XIX, fue casi una caza de brujas para aquellas pobres personas con capacidades sensoriales superiores.

Por suerte, algunos de esos libros con experimentos y análisis ilustrados y descritos llegaron a otros países como España, pese haber sido destruidos en un principio por la iglesia, para impedir su divulgación como fueron los de Allan Kardec (o así se hacía llamar el autor).

Las médiums

Hubo una gran divagación al respecto entre la población, ya que muchas personas decían ser médiums y otras creaban espectáculos para engañar a unos cuantos crédulos con algo de dinero en sus bolsillos. Las médiums de aquella época, o al menos lo que sabemos, es que no diferencian mucho a las actuales, salvo el uso de la escritura automática, una práctica que rara vez se ve hoy en día.

Está claro, y hay referencias que así lo afirman, que un gran porcentaje de médiums y estudiosos de la parapsicología sólo buscaban su momento de gloria. Creando falsas imágenes de objetos levitando y fluidos supuestamente espirituales que emanaba de su boca el médium.

Hemos nombrado en femenino «las médiums» en varias ocasiones en este post, pero hay un motivo, y es que se dice que el más allá prefiere a mujeres para utilizarlas como enlace entre ese mundo y este. Uno de los motivos es la sensibilidad, y otro es la fuerza física, ya que en muchas ocasiones se han manifestado espíritus agitados, con no muy buenas intenciones y sujetar quizá a una mujer fue y es más sencillo, pero no siempre es así.

Por mi experiencia, hoy en día una persona con la facultad de la mediumnidad puede comunicarse con espíritus y con entidades de otras dimensiones. Pueden manifestarse a través de ellas, interactuar y hablar. Tienen algunas la facultad de ver qué espíritu o espíritus le rodean, entrar a una casa y ver qué se cuece por allí espiritualmente hablando. Aunque no todas las personas con este don tienen los mismas cualidades.

Las médiums son de por sí imanes para recoger esas almas o energías faltas de luz, que vagan a oscuras por este plano espiritual. Se dice que éstas almas confundidas no han obrado bien en su vida o han sufrido una muerte con ciertos matices que los han retenido en este plano espiritual y no han cruzado a donde pertenecen.

La proliferación del médium en diferentes países se remonta a miles de años atrás, pues es un don que siempre estuvo presente desde que el ser humano tuvo la necesidad de creer en un ser superior.

Médium
Sesión espiritista

Por desgracia hoy día no existen tantas personas con esta capacidad como hace un siglo, y es que la propia negación, el agnosticismo, el miedo y la ignorancia ha hecho que se vayan perdiendo estás capacidades.

Por suerte aún existen médiums reales, pero son personas más discretas. Si queréis saber quién es médium o al menos saber quién no lo es, sólo tenéis que fijaros que no lo vayan pregonando a los cuatro vientos, esto denotaría que sólo buscan atención y fama.

El verdadero médium no suele mencionar a cualquiera su capacidad sobrenatural, ya que de por sí su vida es bastante complicada por tener que lidiar con el mundo de los vivos y los muertos.