La Masonería en México
México es uno de los países del mundo con una mayor riqueza masónica, hasta el punto de contar con un rito nacional propio y cientos de logias que se extienden de norte a sur del país. Éstas pueden ser masculinas, femeninas o mixtas.
La masonería surge oficialmente con la independencia del Primer Imperio mexicano, en 1821. El rito mayoritario hoy en día es el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, aunque también cuenta con seguidores el Rito de York y un variado elenco de ritos minoritarios.
La masonería llega al México colonial en la segunda mitad del siglo XVIII de la mano de emigrantes franceses asentados en la capital, quienes fueron acusados y condenados por la Inquisición. De igual modo, es muy probable que existiesen logias itinerantes en el seno del ejército realista español destacado en la Nueva España. También se cree que en el movimiento criollo existieron masones, influidos por las ideas ilustradas de finales del siglo XVIII.
A partir de la independencia, buena parte de los gobernantes de México han pertenecido a la masonería, tradición que se ha enriquecido con la adhesión de intelectuales, artistas y científicos de todo tipo. Apenas el país comenzó a caminar, afloraron multitud de logias que se multiplicaron rápidamente, propagando los ideales masónico.
Alrededor de las logias yorkinas, se concentraron los masones cercanos al liberalismo estadounidense, mientras que los seguidores del liberalismo español, formarán las denominadas logias escocesas. Los masones que no vieron con total simpatía ninguna de las dos alternativas, optaron por una tercera vía consistente en la fundación, en el año de 1825 de un rito de corte nacionalista que fue el Rito Nacional Mexicano, cuyos integrantes pretendían la creación de un modelo político y de gobierno propio de México.
Durante la ocupación militar francesa que sostuvo a Maximiliano I en el trono, arribaron a México diversas logias militares francesas dependientes del Gran Oriente de Francia.
La fraternidad masónica de México goza de una reputación intachable entre los españoles, pues al terminar la Guerra Civil de España en 1939, el país ya no sólo acogió a miles de refugiados republicanos, sino que también permitió la instalación del Grande Oriente Español en el exilió con reputados dirigentes masónicos al frente.
De este Gran Oriente hoy integrado en la Gran Logia de España, sobrevive en México la logia ‘Luz hispánica’.