Resulta incuestionable la necesidad sentida del deber primordial de la Masonería de rescatar a la juventud cubana y orientarla en la santidad de sus postulados
[av_dropcap1]E[/av_dropcap1]en este hórrido minuto de la Historia en que la Humanidad contempla una de sus guerras más intensas y cruentas, y en la que se debate como cuestión doctrinal si debe subsistir la democracia como régimen de organización o tenemos los hombres que convertirnos, contra nuestra voluntad, en autómatas movidos movidos por el sujeto providencial de turno; en este fatídico momento, repetimos, es cuando debemos comprender la honda significación del ajefismo.
JESÚS DE NAZARETH
Cuando Jesús de Nazareth recorría con sus discípulos los áridos campos de Judea y expiraba poco a poco miserablemente en una cruz ante la ignorancia de las masas que confirmaban su estulticia condenando al hombre bueno y libertando a Barrabas, nadie se dio cuenta de su importancia.
Ni los historiadores dedicados a cantar las glorias de Augusto y sus indignos sucesores, supieron encontrar la semilla de una transformación por los siglos de los siglos.
MASONERÍA FILOSÓFICA
Así como un Taine o un Carlyle derribaron muchas glorias vanas o exageradas, debe la masonería filosóficamente depurar los hechos y apreciar en toda su esencia esta obra concebida por Don Fernando Suárez Núñez, en idénticas circunstancias que John Milton forjara su sublime poema del «Paraíso Perdido».
Debe la masonería filosóficamente depurar los hechos y apreciar en toda su esencia esta obra concebida por Don Fernando Suárez Núñez
Un comerciante de Atenas preguntó a Aristipo de Cirene, cuánto quería por educar a su hijo. El filósofo le pidió una cantidad crecida y el padre mercader le replicó: «Con esa cantidad puedo comprar un esclavo» — «Cómprelo, ripostó, Aristipo, y así tendrás dos».
AMIGO FIEL
Evidencia esta filosofía que nunca debe mirar la masonería los sacrificios que pueda ocasionar toda obra dignificadora. El masón debe ser para el «ajef» un amigo fiel, un sabio consejero, un compañero jovial, un consolador eficaz y un «hermano» que debe comprender como Aristipo que «la ignoraneia es la peor de las esclavitudes».
CENTRO DE ENSEÑANZA
La masonería debe ser, es y será siempre centro de enseñanza donde se templen las almas como el metal maleable en manos del orfebre. EI ajefismo brinda a la Masonería la oportunidad de enseñar con el ejemplo. La juventud es una flecha perfumada en el tenso arco de un delirio de ensueños portentoso. El ajefismo es la esperanza de la juventud. ¡Los jóvenes ajefs son la reserva de la Masonería!
La masonería debe ser, es y será siempre centro de enseñanza donde se templen las almas como el metal maleable en manos del orfebre
Don Fernando Suárez Núñez con sus prédicas suscita en el alma el sonar mayestático de ritmos aliados y su palabra se eleva con el impulso acelerado de la vibración luminosa acariciando el espíritu de los buenos.
El ajefismo es para la juventud humilde y pequeña, porque sabemos que en la vida no hay grandes ni pequeños; que son grandes los que saben levantarse y pequeños los que ven a los grandes de rodillas.
¡Libertad, Igualdad, Fraternidad, Fe, Caridad, Justicia, Prudencia, Templanza y Esperanza, esa es la significación del Ajefismo!
Tomado de: AJEF. Boletín Mensual. Año 5. No. 57. La Habana, septiembre de 1941. Pág. 3 – 5.
Heraldo Masónico. Diario Masónico Cubano de Intereses Generales.