CRIMEN HOMÓFOBO EN LA CORUÑA
La masonería no puede permanecer ajena a lo que a todas luces es un crimen de odio basado en la intolerancia
Al grito de «o paras de grabar o te mato, maricón», murió Samuel en la madrugada del sábado. Apenas unos días después del Orgullo, celebrado el 28 de junio, el crimen del joven en La Coruña ha removido la conciencia de toda la sociedad española.
La masonería no puede permanecer ajena a lo que a todas luces es un crimen de odio basado en la intolerancia, en la discriminación, en el salvajismo más atávico, en la incomprensión y en el ataque fundamental a uno de los pilares de nuestra triada: la libertad. Al odio a los masones se le llama masofobia. Al odio hacia aquellos que no son heterosexuales, se le puede denominar LGTBIfobia.
En todos los medios de comunicación españoles se sucede la condena por el asesinato de este joven. Sólo contaba con 24 años. La muerte le sobrevino como consecuencia de las heridas provocadas por una paliza propinada por un grupo de personas.
Los primeros indicios apuntan a la posibilidad de que el conflicto tuviese como origen una grabación efectuada con un teléfono móvil que derivó en el incidente, aunque usuarios en redes sociales denuncian que el motivo del asesinato fue su orientación sexual. El caso, sobre el que la juez de instrucción ha decretado el secreto de sumario, está siendo investigado por la Policía Nacional.
MANIFESTACIONES DE REPULSA
Así las cosas, la sociedad española se ha movilizado para expresar su indignación y repulsa. Al cierre de esta edición, una manifestación convocada en Sol, Madrid, pretendía mostrar el rechazo de los españoles ante la muerte del joven. Convocada por Movimiento Marika de Madrid, comenzó a las 20h. Lleva por lema, ‘Ninguna muerte más por odio, intolerancia y discriminación’. La apoyan, entre otros, los organizadores del Orgullo LGTB de la capital (MADO). «Venimos advirtiendo de que, en los últimos tiempos, el auge de la violencia contra el colectivo LGTBI es abrumador. Frente a ello, salimos una vez más a la calle para exigir el fin de las agresiones, asesinatos y vejaciones que sufrimos cada día», ha explicado Movimiento Marika de Madrid en su convocatoria.
Igualmente, a lo largo de varios puntos de España se han convocado sendas movilizaciones a través de las redes sociales, que han mostrado su indignación en torno a la etiqueta ‘#Justicia para Samuel’.
En ella se identifica esta muerte con un crimen de LGTBIfobia, en la línea de lo que defienden las amigas de la víctima, que aseguran que el principal promotor del linchamiento le dijo a Samuel: «O paras de grabar o te mato, maricón»; una hipótesis que está siendo investigada.
La iniciativa nace de Avante LGBT+, entidad gallega, que ha llamado a la sociedad a movilizarse para unirse al movimiento #XustizaparaSamuel. Tal y como ha indicado la organización en su cuenta de Twitter, con la «ayuda del movimiento feminista», esta protesta se ha extendido a más de 60 localidades de Galicia que acudirán a las plazas de sus respectivos ayuntamientos.
Junto a ellas, Disex Asturies, Revelión Feminista o el Observatori contra L’homofòbia y la Federació Plataforma d’Entitats LGTBI de Cataluña, ha apoyado esta iniciativa en sus respectivos territorios, en donde también se está llamando a salir a la gente a la calle.
PRIMERAS IDENTIFICACIONES
La Policía Nacional ya ha practicado las primeras identificaciones y ya ha tomado declaración a testigos de la paliza. El caso sigue bajo la investigación de la Policía Nacional, que continúa con el visionado de las grabaciones de las cámaras de la zona, y bajo el secreto de sumario decretado por el juzgado. Este luctuoso hecho nos recuerda más que nunca la necesidad de reivindicar los derechos relativos a la libertad sexual.
Cuando guardemos unos instantes de silencio en recuerdo de Samuel, recordemos que en ningún país del mundo te encarcelan o te matan por ser heterosexual.
Recordemos que ningún niño ni niña tiene miedo a que su familia o entorno les dejen de lado si dicen que son heterosexuales.
Recordemos que ningún joven se suicida por el simple hecho de ser heterosexual.
Recordemos que a ninguna pareja heterosexual les insultan o agreden en la calle por visibilizar su amor y por el simple hecho de serlo.
Recordemos que no existen terapias para ‘’curar’’ la heterosexualidad.
Recordemos que ser heterosexual nunca ha estado catalogado como enfermedad.
Recordemos que un heterosexual no necesita un armario en el que esconderse y protegerse.
Defendamos el derecho a que cada cual elija la forma en la que quiera amar y ser amado sin temor. Para que nadie más muera por su condición sexual. Mientras tanto, sigamos luchando, reivindicando y visibilizando nuestras realidades diversas.