La Masonería en Uruguay.
Uruguay es uno de los países hispanoamericanos con mayor arraigo de la masonería. La organización dio sus primeros pasos a finales del siglo XVIII y ha influido visiblemente en la historia política, social y económica del país. Buena parte de los fundadores han pertenecido a la fraternidad, y su visión del mundo se ha plasmado en varios aspectos sociales.
El arranque de la masonería comienza a finales del siglo XVIII con la llegada de los primeros pobladores a la, entonces conocida como, Banda Oriental y su capital Montevideo. Esta presencia masónica se vio incrementada en 1807 durante las Invasiones Inglesas en el Río de la Plata que trajeron junto con sus tropas, principalmente las divisiones de ‘Dragones’ irlandeses, las logias que acompañaban a éstas.
Tras el devenir de las décadas, en 1856 se funda oficialmente con Carta Patente y apoyo del Gran Oriente del Brasil, el Gran Oriente del Uruguay que en 1941 cambiará su nombre a la actual: Gran Logia de la Masonería del Uruguay.
Actualmente existe un amplio elenco de organizaciones masónicas, con multitud de ritos y la plena integración de la mujer. Además de la anteriormente precitada obediencia, se puede destacar la presencia del Gran Oriente de Uruguay, el Gran Oriente Latinoamericano, el Gran Oriente de la Franc-Masonería del Uruguay o la Gran Logia Femenina del Uruguay, entre otras.