La Masonería en Paraguay.
La masonería en Paraguay comienza con la génesis de la independencia de las Américas. Algunos compatriotas se iniciaron en el extranjero. Durante el gobierno de Carlos Antonio López, hacia 1845, ya funcionaba en forma clandestina la logia Pitágoras, bajo la veneratura del Italiano Enrico Tuba.
Pese a este y otros movimientos preliminares acecidos en la logia Conway volante naval del mar Pacífico, del buque británico Locust, el año que pone inicio oficial a la masonería fue 1869, con la caída de Asunción en manos de las tropas de la Triple Alianza. En ese momento se alumbra el Gran Valle del Paraguay y Sudamérica y también levanta columnas la logia Unión Paraguaya, bajo los auspicios del Gran Oriente de Argentina.
Se distingue la organización por sus obras filantrópicas, pues en 1870, la logia Fe asiste a la población a hacer frente a un brote de epidemia en Asunción y al mismo tiempo envía ayuda a la vecina ciudad de Buenos Aires para socorrerlos. Un año después, esta logia se convierte en Capitular y se asienta la piedra fundamental de la masonería paraguaya, vigente hasta nuestros días.
El influjo de la masonería es tan importante en esta nación que en 1887, hermanos masones fundaron los dos partidos políticos tradicionales del Paraguay: el Colorado y el Centro Democrático, antecesor del Liberal, que dominan la política nacional desde entonces y hasta la actualidad.
En estos momentos en Paraguay existen más de 90 logias y 3.500 miembros activos. El Gran Templo Masónico está ubicado en la avenida de la Victoria, en Asunción y cuenta con más de 20 sedes. La incorporación de las mujeres a la masonería está algo más retrasada en Paraguay que en los países vecinos, aunque distintas voces reclaman su equiparación.
Hoy día, 11 senadores y 14 diputados son masones en el Congreso Nacional, así como también varios ministros en el Poder Ejecutivo y en diferentes cargos de la función pública. Igualmente, distinguidos dirigentes del sector privado.