La Masonería en Filipinas.
La masonería en Filipinas está ligada a uno de los grandes iconos de la orden: José Rizal, prototipo de mártir masónico ejecutado. La lucha entre los valores de la iglesia y de la masonería se practicó de forma muy enconada en el archipiélago, tanto por los masones españoles del Gran Oriente Español que habitaban allí, como por los frailes españoles.
La instalación definitiva de la masonería se produjo merced a la logia ‘Primera Luz Filipina’, establecida en 1856 por José Malcampo Monje. Levantó columnas bajo la jurisdicción del Gran Oriente Luisitano y sólo admitía españoles. Pronto siguieron otras logias.
En algún momento de 1869, Jacobo Zobel y Zangroniz se unió a la Logia Escocesa con sede en Nagtahan, que había sido fundada por el Cónsul General Británico. Fue puesto bajo la jurisdicción de la gran logia de Hong Kong. Se considera a Zobel el primer masón propiamente filipino y, además, personaje muy culto perteneciente a la Academia Española de la Historia.
Un grupo de jóvenes filipinos que estudiaban en España, ayudó a difundir rápidamente el movimiento masónico en los círculos nacionales. Estaba integrado por Marcelo H. del Pilar, Graciano López Jaena, José Alejandrino, Ariston Bautista, Julio Llorente, Galicano Apacible, Antonio Luna y su hermano Juan Luna, así como el mencionado José Rizal. Algunos de estos se iniciaron en la logia Solidaridad 53 de Barcelona. Al regresar al país, muchos formaron logias.
El 6 de enero de 1891, se formó la logia Nilad en Manila. Pronto la siguieron otras por todo el archipiélago, incluso hasta Zamboanga. En 1893 se organizaron bajo el Gran Consejo Regional dirigido por Ambrocio Flores.
Tras la conquista del archipiélago por los estadounidenses, los filipinos se reorganizaron bajo los auspicios del Gran Maestre Ambrocio Flores, estableciendo así el Gran Oriente Filipino en 1899. Igualmente, el 19 de diciembre de 1912, la Gran Logia de las Islas Filipinas fue formada por tres logias estadounidenses: Manila 342, Cavite 350 y Corregidor 386, y Manila No 1.
Al principio, la Gran Logia siguió siendo una Gran Logia Regional, convocando su Gran Asamblea en 1915. A lo largo de ese año y el siguiente, mantuvo correspondencia con el Grande Oriente Español, con miras a su propia independencia.
El proceso para establecer los acuerdos adecuados conducentes a la creación de una obediencia nacional, terminó en febrero de 1917. Se tomó como base la Constitución de la Gran Logia Americana. En el mismo mes se eligió un grupo de 27 logias, aún bajo la jurisdicción del Grande Oriente Español, para conformar la Gran Logia de Filipinas. El primer Gran Maestre fue Manuel Quezón, quien posteriormente se convertiría en el segundo presidente nacional, electo en 1918.