La Masonería en El Salvador
Relata en su web La Gran Logia Cuscatlán, preeminente en la república de El Salvador, que la existencia de cuerpos masónicos en el país, se inició el 30 de septiembre de 1871, con la instalación de la primera Logia que se denominó “Progreso N° 5”, que dependía y estaba adscrita al Gran Oriente Centroamericano con sede en San José, Costa Rica.
La creación de una autoridad soberana se hizo realidad el 14 de julio de 1908, al constituirse la ‘Gran Logia de El Salvador’, bajo la dirección del Gran Maestro Carlos D’Abuisson de la Logia Excelsior N° 4, concretizándose así el deseo del Supremo Consejo Centroamericano, quien en 1899 había expresado su intención de que el simbolismo, que ya contaba con varias logias, fuese gobernado por sí en cada una de las cinco repúblicas, por lo que, el 24 de agosto de 1908 le otorgó su reconocimiento como cuerpo masónico independiente y única autoridad sobre los tres primeros grados simbólicos del REAA.
Por divergencias entre las logias de la obediencia autorizadas, algunas se separaron de la Gran Logia de El Salvador; por su parte, las Logias Excelsior 17, Fuerza y Materia N° 30, Morazán N° 31 y Osiris N° 32 continuaron trabajando bajo la obediencia del Gran Oriente Centroamericano y el 24 de octubre de 1909, decidieron constituir otra Gran Logia para la administración del simbolismo en que denominaron “Gran Logia Lealtad, de Libres y Aceptados Masones de la República de El Salvador, América Central”, bajo la dirección del Gran Maestro José Maximiliano Olano y Arias.
Conscientes de que la tolerancia y fraternidad son principios que inspiran la Masonería, los miembros de la Gran Logia de El Salvador y de la Gran Logia Lealtad, concluyeron sus desavenencias y desacuerdos, mediante el pacto de fusión de ambas Logias, primeramente bajo el nombre de “Gran Logia Lealtad Unida del estado de El Salvador”, nombre que no fue del agrado de la mayor parte de hermanos, razón por la que se denominó “GRAN LOGIA CUSCATLÁN” , habiéndose definido que las Logias auspiciadas serían la Rafael Reyes, Centro América, Luz de Cuscatlán, 15 de Septiembre, Excelsior N° 17, Fuerza y Materia, Osiris y Rafael Osorio, las que estaban obligadas a cambiar sus Cartas Patentes por las que la nueva Gran Logia extendería con su nueva numeración.
El día 5 de noviembre de 1960 se inauguró el nuevo edificio de la Gran Logia Cuscatlán, el que también fue destruido por, un terremoto el 14 de octubre de 1986, por lo que las Logias de la Obediencia trabajaron en lugares provisionales previamente aprobados por la Gran Maestría, hasta que bajo la administración del Resp∴ G∴ M∴ Francisco Javier Arévalo Castaneda, el 30 de septiembre de 1995, en ocasión de la celebración del Día del Masón Salvadoreño, se inauguró el actual edificio Administrativo y de Grandes Eventos Masónicos.
Desde la fecha en que fue creada la Gran Logia Cuscatlán a la fecha han sido autorizadas nuevas Logias de la Obediencia y como en anteriores ocasiones, por diversas circunstancias otras han dejado de trabajar o cambiado de nombre, por lo que a la fecha, las activas son en número de 15.