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La educación masónica es la que desarrolla el espíritu masónico
La influencia de la masonería en los principios configuradores del Derecho internacional contemporáneo no se puede soslayar y merece una lectura y  estudio que a mí particularmente, me resultó en un principio curioso para pasar a ser más tarde, profuso.
En el presente artículo daré a conocer la imagen pública e influencia de diferentes masones, llamados Hermanos entre sí, que a lo largo de la Historia han puesto su leal saber y entender así como su participación activa, al servicio  del Derecho internacional.
Abordaré breves esbozos de su participación en áreas como: el derecho internacional humanitario, los derechos humanos y el principio de libre determinación de los pueblos,  la organización internacional de las Sociedades o el arbitraje internacional. Ahora trataremos el primero de ellos.
Unos antecedentes Teóricos.
Un importante antecedente lo tenemos en el Dr. Joseph Schaubergwerk, abogado y masón, discípulo del filósofo Krause, que trabajó como escritor masónico. En los años 1859 y 1860 da forma y proyecta una interesante idea en su libro: “Guía Comparativa del simbolismo de la masonería con especial referencia a las mitologías y los misterios de la antigüedad”,  la de que: “La ley de las naciones, y por lo tanto la historia del derecho internacional deben coincidir esencialmente con la historia de la masonería, o la ley de las naciones y la masonería deben tener la misma historia”.
La aportación es importante, clave, pretende nada menos que lograr un reajuste y modificación del simbolismo tradicional y simbólico en otro científico, un simbolismo que pueda aplicarse en la práctica, que pueda influir en la sociedad. Sus trabajos influirán en otros estudiosos posteriores, como Erns Nys, que basándose en su obra comienza a encajar de manera práctica las ideas de Schaubergwerk, como veremos más adelante. Participaba de la misma idea de que derecho internacional y masonería contaban con un origen común.
1.- El Derecho Internacional Humanitario.
En 1908 Lassa Oppenheim establecía que la historia del derecho internacional era tierra virgen esperando a sus cultivadores (Revista de estudios histórico-jurídicos  no.40 Valparaíso ago. 2018 http://dx.doi.org/10.4067/S0716-54552018000100141 HISTORIA DEL DERECHO PÚBLICO Historia y derecho internacional, Oscar Olivares Jatib y Fernando Pérez Godoy). Si estudiamos cualquier antecedente histórico de derecho internacional sobre el que no existe unanimidad doctrinal lo que si vamos a encontrar es una buena cantidad de violencia, elemento común inseparable y habitual en la relación transnacional entre países presente en multitud de sinónimos en los que participa veasé: guerras, revoluciones, conquistas …
El nacimiento de la idea de Estado Nación, Estado soberano, se encuentra configurado en la Paz de Westfalia de 1648, mas bien un par de Tratados en los que se ponía fin de un lado a la Guerra de los 30 años (entre diversos Estados Europeos) y por otro a la Guerra de los 80 años entre España y Países Bajos.
La finalidad del Derecho Internacional Humanitario es proteger a la persona humana. Como hemos visto, el elemento principal en las relaciones internacionales desde la antigüedad ha sido más conflictual que pacifica. Por tanto, partimos de un predominio en las relaciones internacionales de multitud de conflictos armados por las causas más diversas. No serán estas las que vamos a tratar aquí.
Empezaremos nuestro documento de trabajo en una aproximación al Derecho Humanitario, que es el que se aplica en situaciones de conflicto armado.
El DIH (derecho internacional humanitario) se encuentra esencialmente contenido en los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 (recogen y actualizan convenciones anteriores todos ellos sobre protección de las víctimas en las guerras).  La guerra, sinónimo de dominio, exterminio, ambición etc, desde sus tiempos más remotos, no ha guardado ningún tipo de piedad con los vencidos. Si bien es cierto que existe la tan manida frase de que la historia la escriben los vencedores yo creo de una manera más práctica que es el tiempo el que realmente pone cada cosa más cerca de su sitio.
Sin embargo, mediando intervención española, se conserva, en la historia reciente, un interesante antecedente del DIH (para algunos autores el primero): el Tratado de Armisticio y Regularización de la Guerra de 1820, firmado en Trujillo (Venezuela), firmado entre Simón Bolívar por parte de la Gran Colombia y por parte del reino de España Pablo Morillo. Masones ambos. Un Tratado que como explicita su artículo 14: “… regularice la guerra conforme al derecho de gentes, y a las prácticas más liberales, sabias y humanas, de las naciones civilizadas”. Un Tratado que derogó en la práctica el concepto de la guerra a muerte. Un documento de 15 artículos (disponible su consulta en: http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/tratado-de-regularizacion-de-guerra-1820–0/html/ff86d340-82b1-11df-acc7-2185ce6064_2.html). Cuenta la leyenda que tras años de guerra devastadora cesaron las hostilidades los capitanes generales de ambos bandos para parlamentar. Y allí, en lo alto de un cerro, los Hermanos Bolivar y Morillo parlamentaron y de aquella conversación se acordó cesar las hostilidades y crear un documento que “regularizara” la guerra entre ambos a partir de ese momento. Dejo aquí este texto extraído de http://www.efemeridesvenezolanas.com/sec/his/id/72/ que rezuma un evidente simbolismo masónico:“
(Domingo, 26 de Noviembre de 1820)
El 26 de noviembre de 1820, conforme a lo convenido, se firman este día en Trujillo el Armisticio y el Tratado de Regularización de la Guerra entre España y Colombia, representadas ambas naciones por Pablo Morillo y Simón Bolívar, respectivamente. Según el propio Libertador, este Tratado «es digno del alma de Sucre», por el cual desde ahora en adelante «se hará la guerra entre España y Colombia como la hacen los pueblos civilizados».
Aunque el Armisticio se rompió antes de vencerse el plazo, sirvió para refrescar la tropa, entrenarla, vestirla y darle nuevos bríos para la lucha que continuó y desembocó en la batalla de Carabobo. Otro hecho positivo de este Tratado fue la finalización de la Guerra a Muerte, aunque en la práctica ya Bolívar la había dejado de hacer.
El 27 de noviembre de 1820, en el pueblo de Santa Ana, en Trujillo, se realiza la histórica entrevista entre Bolívar y el Jefe realista Pablo Morillo, para ratificar con un abrazo los Tratados que acababan de firmar.
Es fama que este recio general español se sintió avergonzado cuando vio concurrir al sitio previsto al Libertador, con la mínima compañía, montado en una mula, sin arreos militares, con gorra de campaña y una levita azul. En cambio Morillo venía con sus mejores galas y una considerable escolta. Después de numerosos abrazos, se hicieron originales brindis.
Luego, el Jefe español propuso que se erigiera en el sitio una pirámide que recordara el abrazo fraternal, y Bolívar y Morillo pusieron la primera piedra de ese monumento que hoy existe en Santa Ana. Ambos coincidieron, en sus respectivas relaciones, que pasaron los momentos más felices al entablarse tal amistad.
El 1º de Diciembre de 1820 renuncia a la Capitanía General de Venezuela el General Pablo Morillo, quien había venido con órdenes de pacificar las colonias y dejó el mando en manos del General Miguel de la Torre y regresó a España”.
Posteriormente, la Sociedad de Bienestar suiza, aprobó y firmó un 22 de agosto la primera Convención de Ginebra de 1864. El llamado Convenio de Ginebra para el mejoramiento de la suerte que corren los militares heridos en los ejércitos en campaña daria origen a lo que se conocería como la Cruz Roja.
Destaquemos para el curioso que consta la participación activa de masones en apoyo a las Conferencias de Paz de La Haya, la Sociedad de Naciones y Primera Internacional, los Boy-Scouts, los Juegos Olímpicos y la ONU.
Esta misma corriente de pensamiento pacifista hace que los ideales masónicos tengan una especial influencia en la realización de la Primera Conferencia de Paz de La Haya en 1899 sobre derecho humanitario bélico, y origen del Tribunal Permanente de Arbitraje (para facilitar el arbitraje y otros métodos de resolución de controversias entre Estados) cuya realización llevará a la logia Cosmos del Gran Oriente Francés a convocar una tenida de logias que decidirá celebrar cada 18 de mayo el aniversario de esta Conferencia de La Haya con una tenida en todos los Orientes en torno a los ideales de la paz y la justicia entre las naciones.
2.- Algunos actores en primera línea.
.- Elie Ducommun suizo (1833-1906). Premio Nobel de la Paz en 1902. Miembro fundador en Ginebra, en 1867, de la Liga Internacional para la Paz y la Libertad. En 1891, fue designado para dirigir el Bureau international de la paix, que tenía su sede en Berna. Falleció en 1906, siendo las últimas palabras que pronunció: «Amaos los unos a los otros»
.- Alfred Hermann Fried (Viena, 1864-1921), premio Nobel de la Paz en 1911. Desde 1891 fue codirector, con la baronesa von Suttner, de la revista Die Waffen Nieder (¡Abajo las Armas!), título que cambió en 1899 por el de Die Friedenswarte (La Atalaya de la Paz). En 1892 fundó la Deutsche Friedensgesellschaft (Sociedad Alemana por la Paz), que fue el foco del movimiento pacifista anterior a la I Guerra Mundial. Fried participó en varias conferencias internacionales sobre la paz. Con el estallido de la I Guerra Mundial, emigró a Suiza en protesta por la política alemana. Trabajó por la paz como editor de Blatter fur internationale Verstandigung und zwischenstaatliche Organisation (“Papeles para el Entendimiento Internacional y la Organización Inter-Estatal”).
.- Léon Victor Auguste Bourgeois (París, 1851- castillo de Oger, Marne, 1925) fue un político francés y padre del solidarismo. Sucedió a Paul Deschanel como presidente de la Cámara de Diputados. Fue delegado en representación de Francia en las Conferencias de la Haya de 1899 y 1907 y miembro permanente del Tribunal de Arbitraje de La Haya. Ayudó notablemente a la organización de la Sociedad de Naciones, presidiendo en 1920 su primera sesión. En ese mismo año galardonado con el premio Nobel de la Paz. Fue miembro de varias logias francesas como “La Sinceridad” en Reims.
.- Gustav Stresemann (Berlín, 1878 – Berlín, 1929) fue un político alemán, que desempeñó el cargo de ministro de relaciones exteriores y Canciller de Alemania durante la República de Weimar. En plena crisis producida por la ocupación del Ruhr por parte de tropas francesas y belgas, es nombrado Reichskanzler (canciller) el 13 de agosto de 1923. Los días 8 y 9 de noviembre se produce un intento de golpe de Estado por parte del Partido nazi, ante el que el gobierno de Stresemann se ve obligado a reaccionar deteniendo entre otros a Adolf Hitler y Rudolf Hess. Gustav Stresemann será hasta su muerte Ministro de Asuntos Exteriores. El objetivo de su política exterior fue el entendimiento con los vencedores de la IGM, en especial con Francia. La “Realpolitik nacional” de Stresemann es un éxito y lleva a la consecución de diversos pactos y tratados que permiten que Alemania vuelva a tener un papel relevante en la escena política internacional. Por su intervención en los acuerdos de Locarno, que garantizan el respeto de las fronteras entre Alemania, Bélgica y Francia le fue concedido el premio Nobel de la paz en 1926. Era maestro masón de la logia “Federico el Grande” en Berlín.
.- Aristide Briand (Nantes, 1862 – París, 1932) junto con Jean Jaurés fundó el Partido Socialista Francés (PSF). En 1906 aceptó la cartera de Instrucción y Culto del gabinete Sarrien, lo que le supuso la expulsión del partido socialista y su vinculación desde ese momento con el grupo radical-socialista. Entre sus éxitos se encuentra el Pacto de Locarno en 1925 con Alemania, y el Pacto Kellogg-Briand de 1928, que establecía la renuncia a la guerra como instrumento de política nacional. Su tendencia pacifista y conciliadora, su defensa del desarme y su empeño en la reconciliación franco-alemana le fueron reconocidas con la concesión del premio Nobel de la Paz en 1926, que compartió con Gustav Stresemann, su homólogo alemán. Su proyecto más importante fue la creación de los Estados Unidos de Europa que esbozó en un discurso pronunciado el 5 de septiembre de 1929 ante la X Asamblea de la Sociedad de Naciones. Era maestro masón de las logias “El Tratado de Unión de San Nazario” y de”Los Caballeros del Trabajo” en París. 
.- Charles Robert Richet (Paris, 1850-1935) Fue conocido por defender de forma entusiasta el pacifismo. Premiado con el Nobel de Medicina en 1913. Fue  miembro de la Logia “Cosmos” de la Gran Logia de Francia.
.- Frank Billings Kellogg (Potsdam, Nueva York, 22 de diciembre de 1856 – Saint Paul, Minnesota, 21 de diciembre de 1937) Entre 1925 y 1929 ejerció como secretario de Estado, en el gabinete de Calvin Coolidge interviniendo en la redacción, juntamente con el ministro francés Aristide Briand, del pacto Briand-Kellogg, por el que 15 naciones denunciaban la guerra. Este acuerdo, firmado en París en 1928, le supuso la concesión del premio Nobel de la Paz en 1929. De 1930 a 1935 desempeñó el cargo de juez asociado del Tribunal de Justicia Internacional. Fue iniciado en una logia de Rochester en Nueva York. En noviembre de 1924 visita la logia “América” nº 3368 de la Gran Logia Unida de Inglaterra aceptando ser miembro de honor.
.- Carl von Ossietzky (Hamburgo, 3 de octubre de 1889 – Berlín, 4 de mayo de 1938) fue miembro de la sociedad pacifista fundada por el Nobel de la Paz austriaco Alfred Hermann Fried. Tras la guerra se erigió en paladín del pacifismo alemán y en 1922 fundó el movimiento «Nie Wieder Krieg» (Nunca más la Guerra) denunciando el rearme secreto que se estaba realizando en Alemania. Convertido en símbolo de la opresión nazi, fue propuesto para el Premio Nobel de la Paz por Albert Einstein, Romain Rolland y Thomas Mann entre otros. La presión política del régimen nazi contra el Comité noruego decisorio de los premios Nobel no pudo impedir que le fuera concedió el premio Nobel de la Paz en 1935. Fue iniciado en 1919 en la Logia “Humanidad” de Hamburgo.
.- Henri La Fontaine (Bruselas, 1854-1943). Pronto alcanzó una gran reputación como autoridad en derecho internacional. En 1913 fue galardonado con el premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos en fomentar las buenas relaciones entre Francia y Alemania a través de la mediación belga, y por la intensa labor pacifista que venía desarrollando desde 1882. La Fontaine fue autor de un gran número de manuales legales y de una historia documental del arbitraje internacional. Fue también fundador de la revista La Vida Internacional. Fue Venerable maestro de la logia “Los Amigos Filántropos” de Bruselas.
.- George Marshall (Uniontown, Pennsylvania, 1880 – Washington, 1959) De 1947 a1949 Marshall dirigió la política exterior de Estados Unidos como secretario de Estado del presidente Truman. Sus esfuerzos se encaminaron hacia la reconstrucción de Europa. En 1948 puso en marcha un programa, popularizado como “Plan Marshall”, por el que se daba ayuda económica masiva a los países europeos destruidos por la guerra. La ayuda americana facilitó el «milagro económico» de una recuperación rápida y estimuló la creación de un movimiento institucional de unidad europea (la OECE). Se retiró de la política y del servicio militar activo en 1951. En 1953 recibió el Premio Nobel de la Paz. En diciembre de 1941, George Marshall se había recibido masón “a la vista” por el Gran Maestre de la Gran Logia del Distrito de Columbia.
(Extraído de https://www2.uned.es/dpto  hdi/museovirtualhistoriamasoneria/13premios_nobel_masones/SALA%20XIII.htm).
FIN
Octavio Hermoso
Masón REAA (G.L.E) Alicante