La Masonería en Puerto Rico.
Relata Elsa Panell en enciclopediapr.org que en estos momentos, funcionan en Puerto Rico tres obediencias masónicas distintas: el Gran Oriente Nacional de Puerto Rico, la Gran Logia Mixta de Puerto Rico y la Gran Logia Soberana de Libres y Aceptados Masones de Puerto Rico. Además, funciona de forma independiente la Respetable Logia Femenina Julia de Burgos.
La primera gran logia puertorriqueña que se estableció en la isla fue La Gran Logia Soberana. Se fundó el 20 de septiembre de 1885 en Mayagüez bajo el liderato de Santiago R. Palmer, un líder autonomista perseguido y encarcelado por el gobierno español a causa de sus ideales. Esto no quiere decir que no existieran logias en Puerto Rico hasta ese momento, sino que las que existían pertenecían a obediencias extranjeras.
Durante la mayor parte del siglo XIX, las logias masónicas fueron organizaciones perseguidas tanto por el gobierno como por la Iglesia católica. Por un lado, el gobierno español las veía como gestoras de movimientos de independencia en toda América Latina y el Caribe.
Por otro lado, la Iglesia católica las consideraba un peligro en contra de los dogmas y las doctrinas cristianas. Esta persecución se dio de forma intermitente.
Las logias reanudaron de manera oficial sus trabajos en Puerto Rico para 1899 con el traspaso de la colonia al gobierno estadounidense.
Cuando la Gran Logia Soberana reanudó sus trabajos, decidió trasladar su sede a San Juan. Esta decisión estaba basada en la idea de que con el cambio de soberanía cambiaba la actitud gubernamental hacia la masonería, ya que en Estados Unidos —la nueva metrópoli— no solo no se perseguía a los masones, sino que varios de sus próceres, considerados padres de la patria, habían sido masones reconocidos.
La Gran Logia Soberana siguió creciendo en número y poder hasta llegar a considerarse como la representante de la masonería puertorriqueña. Con el tiempo, se sumaron a la orden personas de diferentes ideologías, con distintas preocupaciones e intereses, hasta convertirse en un grupo bastante heterogéneo.
El 16 de mayo de 1948 se constituyó el Gran Oriente Nacional de Puerto Rico. Así surgió una postura ideológica dentro de la masonería puertorriqueña que se conocería más adelante como masonería patriótica. El Gran Oriente Nacional convirtió la lucha por la libertad de la patria en su norte. Dos de sus líderes más prominentes durante su origen y posterior desarrollo lo fueron Antonio Santaella Blanco y Abelardo E. Díaz.
Actualmente, las tres grandes logias portorriqueñas y la logia femenina se mantienen trabajando con el desarrollo personal de sus miembros. Se involucran de distintas maneras y en diferentes proporciones en actividades filantrópicas y de ayuda comunitaria con el propósito de impactar positivamente a sus comunidades.