Entre las festividades que ocupan un lugar destacado en el corazón de los masones, se encuentra la llegada del solsticio de verano en el hemisferio norte y el solsticio de invierno en el hemisferio sur
Estos eventos celestiales están intrínsecamente ligados a los principios masones y a las figuras de San Juan Bautista y San Juan Evangelista, quienes desempeñan un papel significativo en esta celebración anual.
En esta crónica, exploraremos la conexión entre la Francmasonería y los solsticios, así como el papel central de los santos Juanes en esta festividad especial.
El solsticio de verano en el hemisferio norte, que generalmente ocurre alrededor del 21 de junio, marca el día más largo del año y el comienzo oficial del verano.
Por otro lado, en el hemisferio sur, este mismo momento señala el solsticio de invierno, el día más corto del año y el inicio del invierno.
Para la Francmasonería, estos dos eventos astronómicos tienen un profundo significado simbólico
Representan el equilibrio y la dualidad, la interacción armoniosa entre la luz y la oscuridad, y el ciclo eterno de la vida y la muerte.
En la tradición masónica, San Juan Bautista y San Juan Evangelista tienen una importancia especial en la festividad de ambos solsticios.
San Juan Bautista, el profeta que bautizó a Jesús en el río Jordán, se considera un símbolo de purificación y transformación.
Su papel en la Francmasonería se entrelaza con la idea de que los masones buscan purificar sus corazones y mentes para convertirse en seres humanos más nobles y virtuosos.
En la noche del solsticio de verano, los masones honran a San Juan Bautista como un guía espiritual y buscan inspiración en su ejemplo de rectitud y devoción.
San Juan Evangelista, uno de los doce apóstoles y autor del Evangelio de Juan, también es reverenciado en la Francmasonería.
Él personifica la sabiduría y la iluminación, y se le atribuye una profunda comprensión de los misterios divinos.
Los masones buscan alcanzar la sabiduría y la verdad a través del estudio y la reflexión
En la festividad del solsticio de verano, los masones reflexionan sobre las enseñanzas de San Juan Evangelista y buscan alcanzar una mayor comprensión de los secretos del universo.
En el solsticio de invierno en el hemisferio sur, los masones también rinden homenaje a los Santos Juanes, pero con una perspectiva distinta.
El solsticio de invierno representa la oscuridad más profunda y la noche más larga del año, pero también marca el inicio del renacimiento del sol y el lento retorno de la luz.
Es un momento para la reflexión introspectiva, la renovación y la esperanza
Para los masones, esta es una oportunidad para examinar su propio crecimiento espiritual y buscar la iluminación interna en medio de la oscuridad exterior.
RITUALES SIMBÓLICOS
Durante las ceremonias del solsticio de verano y de invierno, los masones realizan rituales simbólicos que evocan el renacimiento, la renovación y la conexión con lo divino.
Estas celebraciones son ocasiones especiales en las que los hermanos masones se reúnen en fraternidad y buscan fortalecer su compromiso con los principios masónicos.
TRADICIÓN MILENARIA
Los rituales, las lecturas y las reflexiones compartidas durante estas festividades trascienden las palabras y conectan a los masones con una tradición milenaria que ha perdurado a lo largo del tiempo.
La Francmasonería, con sus múltiples capas de simbolismo y enseñanzas ocultas, encuentra en los solsticios y en los santos Juanes una fuente de inspiración y guía espiritual.
FUERZAS OPUESTAS
El solsticio de verano en el hemisferio norte y el solsticio de invierno en el hemisferio sur sirven como recordatorios de la importancia de equilibrar las fuerzas opuestas, así como de buscar la sabiduría y la iluminación en medio de la oscuridad.
San Juan Bautista y San Juan Evangelista, a su vez, personifican las virtudes y los ideales que los masones buscan cultivar en su propio camino hacia la perfección moral y espiritual.
Así las cosas, el solsticio de verano en el hemisferio norte y el solsticio de invierno en el hemisferio sur desempeñan un papel crucial en la tradición masónica.
DUALIDAD Y EQUILIBRIO
Estos eventos celestiales simbolizan la dualidad y el equilibrio entre la luz y la oscuridad, y se celebran con rituales y reflexiones que buscan la purificación, la sabiduría y la iluminación.
San Juan Bautista y San Juan Evangelista, como figuras destacadas en la festividad del solsticio de verano, inspiran a los masones a buscar la rectitud y la verdad en su camino hacia la autorrealización.
En última instancia, estos solsticios y los santos Juanes se convierten en una metáfora poderosa de los ideales masónicos y en un llamado a la búsqueda constante de la luz en medio de la oscuridad.