La policía política de Maduro emprende una purga contra la masonería venezolana
Los sátrapas de manual -ya sean de izquierdas, derechas o centro- detestan a la masonería. No soportan la libertad en ninguna de sus variantes. Ése es el caso de Nicolás Maduro, que ha inspeccionado a nueve logias masónicas en Venezuela, buscando los vínculos con el malogrado Óscar Pérez.
Los próceres de la independencia venezolana, como Simón Bolívar y Francisco de Miranda, fueron masones. En cambio, el fallecido antecesor de Nicolás Maduro, Hugo Chávez, intentó inscribirse en la logia de Caracas, pero no se lo permitieron.
Uno de sus miembros, que pidió anonimato, ha hecho esclarecedora revelaciones a la prensa internacional: «La masonería, en el mundo moderno, pasó de ser una sociedad secreta a ser una sociedad discreta, porque creíamos ya superada la etapa de persecuciones sin sentido contra la orden masónica. Pero hoy, en Venezuela, ya no estamos tan seguros de ello. Desde que se conoció la relación de Óscar Pérez con la masonería hemos sido objeto de escrutinio e investigación, irrespetando principios democráticos elementales».
«Muchos queremos limpiar el nombre de nuestro querido hermano Óscar Pérez. Es decir, un masón que fue asesinado en una ejecución extrajudicial, pues manifestó su rendición y disposición de entregarse. Más allá del asesinato físico, está el asesinato moral del Gobierno nacional al calificarlo como terrorista. Un masón no es terrorista. Si bien cometió un delito al robar el helicóptero y las armas del comando de la GN, no cometió ningún asesinato o dejó heridos en las acciones que ejecutó, porque era un masón que respetaba la vida», advierte otro integrante de logia.
En Venezuela todos saben que Simón Bolivar, Francisco de Miranda y la mayoría de los próceres de la Independencia fueron masones; también lo fueron el general Rafael Urdaneta, José María Vargas, Diego Bautista Urbaneja, el maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa. Los masones dieron al país 55 presidentes durante el período 1811-1899; luego, en el siglo XX, otros dos: Raúl Leoni y Octavio Lepage, ambos del partido Acción Democrática, y recientemente Juan Guaidó.
La dictadura tiene miedo a la masonería y lo está traduciendo en acciones de exterminio, en crímenes contra masones, como les ocurrió a Oscar Pérez y José Díaz Pimentel, entre otros muchos.
El régimen de Maduro además se sospecha que está detrás de la desaparición de otros masones, como el teniente coronel Juan Hurtado, cuyo caso se encuentra reseñado en el apartado 25 del capítulo III del Informe de la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. El otro hermano desaparecido es el comisario Walker Muñoz, miembro del Sebin.
Allí hubo una investigación, un funcionario que es masón encontró supuestas irregularidades en esas desapariciones. La Gran Logia sabe sobre este tema porque fueron ellos quienes recibieron las denuncias y activaron la investigación. El investigador tuvo que huir fuera del país, esa información ya está compartida con las autoridades.
Existen masones que han sido elevados a testigos en la Corte Penal de La Haya, por denunciar los crímenes que ha cometido el régimen de Maduro. En particular, se trata del hermano William Jiménez Gaviria, quien estaba en la morgue cuando llegaron los cuerpos de Oscar Pérez y sus acompañantes. Fue el primer funcionario del estado que denuncio el ajusticiamiento extrajudicial.
También hay masones presos. No se sabe cuántos, pero hay un masón expreso político que es testigo y los ubica en cantidades en las cárceles imputados por crímenes políticos. Él ha prestado su declaración. Se trata del hermano Eduardo Figueroa. El impacto de la persecución de Maduro sobre la orden es general, afecta a todos los orientes.
El trabajo de inteligencia e infiltración del régimen sobre la orden es prácticamente un hecho, como toda dictadura, igual hizo Franco quien persiguió a los masones creyendo en una conspiración judeomasonica.
Los dictadores tienen esa naturaleza, cuando se quitan la máscara de demócratas, como lo ha hecho el señor Maduro y su régimen, que ya es indiscutiblemente una dictadura, entonces da el tratamiento de enemigo político a los masones.
Ocurre que si ya eres un adversario político por tu pertenencia a un partido, tal es el caso de Juan Guaidó, quien es el presidente legítimo de Venezuela y uno de los líderes de Voluntad Popular, en su caso la amenaza es doble, porque ya el régimen sabe que es miembro de la orden, están sus fotos publicadas visitando Brasil y recibiendo por parte de los hermanos el trato de presidente. También es público su video invitando a los masones del mundo a apoyarle, pero además ya los amigos de Maduro en Zurda Konducta lo han mencionado junto con Oscar.