La masonería francesa niega la implicación de ninguna de sus logias en el asesinato del piloto Laurent Pasquali
La Gran Logia Nacional Francesa (GLNF) ha desmentido públicamente la implicación de ninguna de sus logias en el asesinato del piloto Laurent Pasquali, de acuerdo a las publicaciones divulgadas por el semanario galo Marianne. La Logia Atanor simplemente no existe en los registros de la GLNF.
El 21 de febrero un sicario se declaró culpable ante los agentes como autor del asesinato perpetrado en el año 2019 por no hacer frente a una deuda de 200.000. El asesino aseguró haber ejecutado el encargo a instancias de la masonería.
Nada más lejos de la realidad. Ahora se sabe que la artificiosa tramoya de este luctuoso hecho está repleta de incógnitas, pero la GLNF ha tenido que salir al paso para sacudirse las falsas acusaciones vertidas contra su honorabilidad en particular y la de toda la masonería en general.
La investigación se inició con la detención de dos agentes de la DGSE -agencia de inteligencia exterior de la república francesa- en julio de 2020, quienes despertaron las sospechas de un vecino mientras esperaban para ejecutar otro encargo.
La investigación llevó a la detención en enero de un exagente de la DCRI -servicio de inteligencia del Ministerio del Interior-, que resultó ser el presunto asesino de Pasquali. Según la información difundida por la prensa francesa, los detenidos habrían pertenecido a una logia a la que denominan Athanor.
Tras la difusión de los nombres de los detenidos, la GLNE ha emitido un comunicado en el que aclara que “los registros no mencionan ninguna logia Athanor en el territorio metropolitano, ni ningún Hermano, actualmente miembro de nuestra Gran Logia, cuyo apellido se corresponda con los de los protagonistas citados por la prensa”.
“Con motivo de nuevas investigaciones”, agregan las mismas fuentes, “se han identificado dos nombres -al menos uno de los cuales parece corresponder a estas personas- en nuestros registros (desde 2009 para uno y 2010 para el otro) hasta 2012, cuando ambos abandonaron el Gran Logia Nacional Francesa sin haber ejercido en ella ninguna función significativa ni haber mantenido ningún contacto desde entonces”.
“Todos los masones”, recalcan, “están indignados por las acciones atribuidas a estos individuos, por ser contrarias a los principios, compromisos y valores que defienden y que cubren de oprobio a toda la masonería”.
El comunicado aclara que la logia formada por los integrantes de esta red criminal, que operaban al margen de los servicios de inteligencia del Estado francés con los que estaban vinculados, le es totalmente ajena.
Precisamente para preservar los estrictos principios morales de la masonería, las principales logias del mundo gozan de una carta patente de su obediencia que debe ser siempre visible durante los trabajos. A nivel internacional, las principales obediencias establecen tratados de reconocimiento que regulan el mutuo derecho de visita entre sus miembros.