La masonería española se vuelca en apoyo a la portuguesa
Pie de foto de imagen destacada: Rui Rio, presidente del PSD, pretende obligar a los cargos públicos a revelar su condición de masones.
Las dos principales potencias masónicas de España, la GLE y la GLSE, han expresado públicamente su preocupación y su apoyo a la masonería portuguesa tras conocerse la propuesta que pretende obligar a que los cargos públicos revelen su condición de francmasones.
Ambas obediencias, a través de sus newsletters y redes sociales, han lanzando sendos comunicados mostrando su preocupación por este proyecto que, en su vertiente más restrictiva, abandera el Partido Socialdemócrata Portugués (PSD), formación de centro derecha integrada en el Partido Popular Europeo.
Si bien es cierto que, según ha trascendido, la Asamblea de Portugal ha aplazado la votación del proyecto, cunde la indignación en España por esta legislación que, en caso de prosperar, supondría un ataque a los derechos y libertades democráticos.
El Gran Maestre de la GLE, Óscar de Alfonso, ha emitido el siguiente comunicado:”Debemos entender la gravedad de lo que hay en juego en Portugal: el deterioro de la calidad de nuestras democracias. La Masonería, en todo el mundo, persigue que cada uno de sus miembros haga una reflexión serena, a través de los símbolos, sobre el ideal que tiene de sí mismo para convertirse, de ese modo, en mejor persona. Constituye, ante todo, una profunda apelación al ejercicio del librepensamiento, entendido como el deber moral que tenemos de escuchar atentamente los dictados de nuestra conciencia. La Masonería propone, además, desde hace 300 años una visión radical del otro que constituye la base de las democracias modernas: los seres humanos somos iguales en dignidad sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. Los seres humanos nos debemos mutuamente un comportamiento fraterno. Esta visión de un mundo de seres humanos profundamente libres, dueños de su destino, y tolerantes con el diferente ha sido perseguida por todos los integrismos religiosos y totalitarismos políticos que ha conocido el mundo. Y lo terrible es que los argumentos que utilizaron las maquinarias de propaganda de Franco, Hitler, Stalin, Salazar o Mussolini para justificar la persecución y retorcer la naturaleza de nuestra institución sean utilizados ahora por una democracia europea para estigmatizar a la Masonería”.
APOYO DE LA GLSE
La Gran Logia Simbólica Española (GLSE), por su parte, ha hecho pública, mediante una carta firmada por el Gran Canciller, su solidaridad con la masonería portuguesa ante los ataques políticos que están sufriendo. Dice la misiva: “A nuestro juicio se trata de un enorme retroceso en materia de derechos y libertades de nuestro país hermano, además de un flagrante ejercicio de discriminación. Esperamos de corazón que dicha iniciativa no prospere ya que, además de suponer un grave quebranto de la esfera de lo privado, supone una evidencia más del clima de persecución e intolerancia que recorre el mundo”.
“Os rogamos que trasladéis a todos los hermanos y hermanas que componen vuestra Obediencia”, añade la carta, “la solidaridad masónica y el apoyo de la GLSE y de su Gran Maestro en tan compleja situación”.
Cabe recordar que en 2018 Matteo Salvini trató de sacar en Italia una legislación semejante, aunque la medida no salió adelante gracias a la intervención del presidente de la República y la justicia ordinaria. En el Reino Unido, igualmente, a finales del siglo pasado, el Gobierno solicitó a los funcionarios y cargos públicos que rellenasen un formulario en el que se les preguntaba si pertenecían a la masonería. Unos lo rellenaron y otros no, y la cuestión no llegó más lejos.