La Gran Asamblea respalda la gestión de Óscar de Alfonso al frente de la GLE

Pie de foto de imagen destacada: Óscar de Alfonso, Gran Maestre de la GLE, ha sido respaldado por los venerables hermanos.

Los hermanos eligen al Gran Tesorero, al Gran Orador, distinguen a Jaume D’Urgell como ‘masón del año’  y ratifican todas las propuestas presentadas 

La Gran Asamblea ha respaldado por una importante mayoría la gestión de su Gran Maestre, Óscar de Alfonso, al frente de la Gran Logia de España. El máximo órgano de gobierno ha ratificado todos los acuerdos adoptados, los informes de gestión de la Gran Maestría y las cuentas presentadas por la Gran Tesorería correspondientes a 2019 y 2020, de acuerdo a la información divulgada por la organización a través de su newsletter.

Además, los Venerables Hermanos han aprobado el Plan General de Actuación presentado por la Gran Maestría y los Presupuestos de la Gran Tesorería que marcarán el ejercicio 2021. Así, han confirmando en sus cargos para los próximos cuatro años a los Venerables Hermanos Jorge Benítez y José Antonio Rodríguez, que ocupaban, pro tempore, los oficios de Gran Tesorero y Gran Orador.

Así las cosas, Óscar de Alfonso expresó su gratitud a todos los candidatos y recordó a los hermanos la necesidad de aceptar los resultados expresados por el pueblo masónico. Con estos hechos se disipan las críticas que, utilizando medios profanos y tácticas de marcado carácter antimasónico, se habían vertido contra la GLE.

Tanto es así, que durante los últimos meses han abundado escritos en redes sociales y campañas en medios de difusión que han trascendido la esfera de la masonería, convirtiéndose en actuaciones poco ejemplarizantes y, en ocasiones, con afán de denigrar públicamente y ad hominen la figura del Gran Maestre.  En cualquier caso, la Gran Asamblea ha sabido ponderar estos hechos.

También ha quedado acreditada la existencia de una corriente interna que tiene peso. Las decisiones han salido adelante por 315 votos a favor y 268 en contra, de acuerdo a las informaciones vertidas por el líder de los opositores, Adolfo Alonso. No obstante, en el duelo Alfonso versus Alonso , ha salido airoso Óscar, que afronta su mandato con la necesidad de reunir lo disperso.

La celebración de unas elecciones virtuales ha constituido un desafío para la Masonería Española. Para asegurar su calidad democrática, todo el proceso de votación on line ha sido peritado por una empresa especializada.

DISTINCIÓN PAERA JAUME D’URGELL

El Querido Hermano Jaume D’Urgell, activista pro Derechos Humanos e investigador en el Instituto Euromediterráneo de la Universidad Complutense de Madrid, ha sido distinguido con el título de Masón del Año por su entrega gratuita y desinteresada para hacer posible todo el despliegue tecnológico necesario para celebrar la Gran Asamblea y los diferentes eventos virtuales de la Gran Logia de España.

 La distinción a la Solidaridad y el Hospitalismo ha recaído en todos los hermanos hospitalarios de la Orden que, a lo largo de la pandemia, han estado atentos a las necesidades de los Queridos Hermanos de sus respectivas Logias.

El Gran Maestro, dirigió a todos los Queridos Hermanos una alocución final. Reproducimos, por su interés, un amplio extracto de la misma:

“El templo en el que nos reunimos hoy, obligados por las circunstancias de la pandemia, no está en ningún lugar concreto. Nos reunimos en lo virtual, que viene del latín virtus. Nos reunimos, pues, en la virtud. Nos reunimos a pesar del distanciamiento social forzoso, a pesar de la incapacidad para reunirnos presencialmente en logia, en una cadena de unión virtual que nos llama a la práctica de la maestría de nosotros mismos en cualquier circunstancia”.

“Quiero que mis primeras palabras sean de recuerdo para todas las víctimas de esta pandemia. En especial para aquellos hermanos que la habéis padecido, en carne propia o en la de vuestros seres más queridos. Muchos de vosotros estáis detrás de esta pantalla a la que le hablo. Otros, nos contemplan desde el Oriente Eterno. Quiero compartir con todos, los presentes y los ausentes, mi profunda admiración por la entereza, la serenidad, las muestras de maestría masónica de las que he sido testigo durante este tiempo. El pasado año 2020 ha fortalecido en mí la convicción de que los secretos y misterios de la Orden nos impulsan a vivir virtuosamente, a distinguirnos como masones especialmente en las circunstancias más difíciles”.

“La pandemia ha sido un desastre de dimensiones colosales, pero la Masonería Española sale profundamente reforzada del 2020 porque hemos sabido afrontarla como auténticos masones. Cada uno de nosotros, en nuestra condición de iniciados, hemos aportado serenidad a nuestro entorno; cada Logia ha hecho honor al título de hermano con el que nos reconocemos, que no es exclusivo de la Masonería, pero que, en la Masonería, cobra toda su fuerza y vigor. Salimos reforzados porque hemos hecho honor a ese título que nos concedemos los unos a los otros. Las Logias, las Provincias y la Gran Logia se han volcado con rapidez y firmeza para sostener a los hermanos golpeados por la pandemia. La exención de capitaciones, el pago de alquileres de templos o las ayudas directas orientadas desde el hospitalismo, nos han descapitalizado de algunas medallas profanas, pero deben alimentar nuestro sentido de pertenencia a una fraternidad iniciática digna de tal nombre. En un mundo virtual, la palabra hermano se ha hecho más real que nunca entre nosotros. Este año ha sido el año del hospitalismo. También de la solidaridad, en la que muchas logias os habéis volcado para paliar los efectos devastadores del Covid en la sociedad”.

“La Masonería, en todo el mundo, ha explorado sus propios límites en esta pandemia. En las dos últimas décadas, nuestra Orden se ha hecho muchas preguntas en torno a cómo adaptarse a la digitalización de la vida. Antes de esta pandemia, la Gran Logia de España tenía ya una intranet para enriquecer la vida de sus miembros, una página web para mostrar la puerta a la que llamar, un boletín electrónico que se lee en más de cincuenta países del mundo y una sólida presencia en las redes sociales. La pandemia nos ha obligado a explorar los límites de nuestra digitalización. Hemos recorrido en pocos meses un camino que en circunstancias normales nos habría llevado años. La digitalización ha hecho posible mantener reuniones administrativas, talleres de formación, ofrecer conferencias online o celebrar unas elecciones de Gran Tesorero y Gran Orador con tasas inéditas de participación en nuestra vida democrática… Las nuevas tecnologías han venido para quedarse y lejos de desnaturalizarnos, la exploración de sus límites nos ha ayudado a delimitar la esencia de la Masonería, aquello que nos hace únicos, nuestra singularidad: somos la orden iniciática más antigua de Occidente y eso es lo que nunca podrá ser digitalizado. No sabemos cuándo podremos retornar los trabajos físicos y presenciales. Hasta entonces, no podremos iniciar a un profano en nuestros secretos y misterios, ni tampoco pasar a un aprendiz o elevar a un compañero. La experiencia masónica no podría sobrevivir sin desnaturalizarse en el mundo digital, pero el uso de las tecnologías potencia las capacidades de la Masonería para reunirnos en la virtud y proyectarla al mundo”.

“Una vez más se ha demostrado que en esta Gran Asamblea han vencido la democracia y la libertad. Y a todos vosotros, Respetables, Venerables y Queridos Hermanos; Maestros, Compañeros y, especialmente a los Aprendices: que el recuerdo de esta pandemia que aún no hemos superado no os abandone nunca. Recordad siempre, hasta qué punto la fraternidad es real entre nosotros, hasta qué punto lo único que da sentido a esta institución es hacer honor al título de hermano. Por qué, si fuésemos incapaces de comportarnos fraternalmente co

n otro hermano, si dejásemos que el ruido propio del mundo, lleno de odio, hostilidad y enemistad penetrase en nuestros corazones, ¿qué seríamos? Desde luego, no seríamos masones. La Masonería nos separará del mundo profano siempre que no la profanemos nosotros a ella. Ante todo, la Masonería, no lo olvidéis nunca, Hermanos Aprendices, es una fraternidad iniciática en la que nos comprometemos a comportarnos como verdaderos hermanos entre nosotros, con toleracia, armonía y compañerismo”.