La masonería está de luto. Ha muerto Andrés Ortiz-Osés. Considerado el padre de la hermenéutica simbólica, disciplina filosófica estrechamente ligada a la masonería, el intelectual falleció el 18 de junio en Zaragoza a los 78 años tras una larga enfermedad.

Nacido en 1943 en la localidad oscense de Tardienta, las enciclopedias le describen como filósofo, además de antropólogo y escritor aforístico, fundador de una hermenéutica simbólica del sentido.

Estudió teología en la Universidad Pontificia Comillas y posteriormente filosofía en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Más tarde se trasladó a la Universidad de Innsbruck (Austria) donde se doctoró en filosofía hermenéutica. En Innsbruck asistió a las clases de Gadamer, Emerich Coreth y Franz-Karl Mayr. Ha colaborado con el Círculo Eranos (Suiza), inspirado por Carl Gustav Jung y del que han formado parte Karl Kerenyi, Mircea Eliade, Erich Neumann, Gilbert Durand y James Hillman entre otros.

Fue fundador de la hermenéutica simbólica. De ella se ha dicho que proporciona un giro a la disciplina originaria de Alemania, por el que «la razón clásica se convierte en razón-sentido, una razón sensible o sensual propia de una filosofía sudista, latino-mediterránea e hispano-americana, caracterizada por una razón afectiva.

La aportación de Ortiz Osés que más difusión ha tenido entre el gran público es posiblemente la dedicada el estudio de la mitología vasca, así como al llamado matriarcalismo vasco. La Universidad Nacional Autónoma de México ha publicado una obra sobre su pensamiento antropológico, coordinada por Blanca Solares, con el título ‘El dios andrógino’.

La revista Anthropos le dedicó un número monográfico.​ Fue miembro de honor de la Sociedad Española de Psicología Analítica, director de la colección Hermeneusis de la editorial Anthropos y profesor de las universidades de Zaragoza, Pontificia de Salamanca y Deusto, en la que se jubiló como catedrático emérito. En su trayectoria realizó la intersección entre la escuela de Heidegger (hermenéutica) y la escuela de Jung (Círculo Eranos). El resultado es una filosofía del sentido.