Pasados cerca de 50 años de la muerte del dictador Francisco Franco, Salamanca acoge aún uno de sus vestigios más controvertidos: el Museo de la Masonería

Este contenedor cultural sigue provocando polémica debido a la visión negativa y sesgada que proyecta sobre la masonería

Las razones históricas que esgrimen sus conservadores para mantener una exposición concebida por el carlista Marcelino Ulibarri con el objetivo de denigrar a la orden, no convencen a los masones españoles.

Para éstos resulta incomprensible que se mantenga una exposición que promueve estereotipos negativos y sin fundamentos sólidos.

Los masones son representados con estética de inspiración batasuna. FOTO: Horus

El Museo de la Masonería, además de proyectar una imagen negativa, también es un recordatorio del sufrimiento de este colectivo durante la dictadura franquista.

Los masones fueron perseguidos y condenados a muerte en muchos casos, a través de una institución ad hoc creado con el propósito de reprimirlos: el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo (TERMC).

Cuando los visitantes salen de las instalaciones del colegio de San Ambrosio, histórico edificio que aloja el museo, se llevan consigo exactamente la imagen que Franco quiso que la sociedad tuviera sobre la masonería.

Ocasionalmente, colectivos masónicos han solicitado a las autoridades museísticas -con escaso éxito-, que dignifiquen su imagen y normalicen la actividad.

cUANDO LOS VISITANTES SALEN DEL MUSEO, SE LLEVAN LA IMAGEN sobre la masonería QUE QUERÍA FRANCO

La indumentaria de los masones evidencia la falta de rigor histórico. FOTO: Horus.
EL PARADIGMA DE BAÑOLAS

Por citar un ejemplo: ¿alguien se imagina que por razones históricas fuera legítimo mantener la exposición del famoso ‘Negro de Bañolas’?

El bosquimano disecado fue retirado porque para mostrar los efectos del colonialismo no es necesario exponer al público el cadáver de un ser humano.

Siguiendo este razonamiento, para explicar la historia de España y del franquismo, tampoco resulta necesario ofrecer al pública una imagen denigrante de la masonería. La estética batasuna que se ofrece de los masones, es una distorsión innecesaria.

LA ESTÉTICA BATASUNA DE LOS MASONES ES UNA DISTORSIÓN INNECESARIA

Es momento de que las autoridades que gestionan el museo tomen conciencia de esta situación y accedan a replantearse el formato del museo.

Ciertamente, el museo ofrece contenidos interesantes. Reformar las instalaciones a fin de crear un auténtico museo sobre la masonería que impulse el potencial turístico y cultural de Salamanca, de una manera objetiva y sin complejos, debe convertirse en una prioridad.

UN POCO DE HISTORIA

El museo se formó a partir de las incautaciones realizadas durante la Guerra Civil española por la Delegación del Estado para la Recuperación de Documentos (DERD).

Precisamente, la finalidad de estas incautaciones fue criticar a la masonería y difundir la ideología franquista. Aunque el museo no llegó a inaugurarse durante la dictadura, finalmente abrió sus puertas en junio de 1993, ya en plena democracia.

FOTO: Horus.

El director de la DERD, el carlista Marcelino de Ulibarri y Eguílaz, concibió las instalaciones como una recreación de una logia masónica existente o planeada por él mismo entre los años 1940 y 1941.

EL OBJETIVO DE MARCELINO DE ULIBARRI ERA DAR MALA IMAGEN DE LA MASONERÍA

Su objetivo era proyectar una imagen negativa y estereotipada de la masonería. Es obvio que hoy estas representaciones no pueden agradar a los masones españoles.

El museo proyecta una imagen sesgada y tópica, perpetuando la visión que el franquismo quería que la gente tuviera sobre este colectivo.

El Museo de la Masonería no es el único proyecto museístico relacionado con la Guerra Civil española. Durante el conflicto, se idearon otros museos con fines propagandísticos, como el Museo de las Guerras Civiles en Bilbao y la Exposición temporal del II Año de Guerra en Valladolid.

Estos proyectos también estaban influenciados por la ideología franquista y tenían como objetivo promover una visión sesgada de la guerra.

EL COLEGIO DE SAN AMBROSIO

El edificio que alberga el museo, el Colegio de San Ambrosio, es un lugar con una rica historia. Fue construido en el siglo XVIII por el arquitecto Joaquín de Churriguera y ha servido como institución benéfica a lo largo de los años.

Durante la Guerra Civil, el edificio fue alquilado por la DERD y utilizado para albergar las colecciones confiscadas a las logias masónicas. La elección de este edificio como sede se debió a su historia y ubicación estratégica.

El museo no solo cumple una función museística, sino que también comparte sede con el Centro Documental de la Memoria Histórica (CDMH). Esta institución se dedica a la investigación y preservación de la memoria histórica de España, recopilando y catalogando documentos relacionados con la Guerra Civil y la dictadura franquista.

COLECCIÓN EXCEPCIONAL

El museo alberga una colección excepcional de objetos relacionados con la masonería fruto de la rapiña franquista en diferentes logias. La forma en la que se creó esta colección y la visión sesgada que proyecta genera críticas constantes por parte de los masones españoles.

Es necesario modificar el formato del museo y crear un espacio objetivo que contribuya al turismo y la cultura de Salamanca

Además, es importante tener en cuenta el contexto histórico. Durante la Guerra Civil española, hubo una intensa lucha ideológica entre los bandos enfrentados.

La masonería, considerada por el bando franquista como una organización subversiva y enemiga del régimen, fue perseguida y reprimida con dureza. La formación del museo estuvo influenciada por esta visión y por la intención de difundir una opinión sesgada.

VÍCTIMAS DEL FRANQUISMO

Es fundamental reconocer el sufrimiento que muchos masones españoles experimentaron durante la dictadura franquista. Fueron perseguidos, juzgados y en muchos casos condenados a muerte.

Estos hechos históricos no deben ser ignorados en espacios de divulgación histórica. La sociedad actual busca una aproximación más objetiva y rigurosa a la historia, que incluya todas las perspectivas y evite la propagación de estereotipos infundados.

la sociedad actual debe evitar la propagación de estereotipos infundados

Es por ello que las autoridades encargadas de gestionar el Museo deben tomar conciencia de esta situación y replantearse tanto el formato, como el contenido del museo.

STOP A LA MASOFOBIA

Es el momento oportuno para aprovechar esta oportunidad y transformar el museo en un espacio que promueva la comprensión y el conocimiento sobre la masonería de manera objetiva en lugar de alimentar la masofobia.

Se pueden replantear los contenidos que se exponen para ofrecer una visión más equilibrada y completa de la historia de la masonería en España.

Asimismo, es necesario reformar las instalaciones del museo para crear un espacio acorde con los estándares museísticos actuales. Esto contribuiría a fortalecer el potencial turístico y cultural de Salamanca, atrayendo a visitantes interesados en conocer la historia de la masonería de forma rigurosa y sin prejuicios.

La masonería ha desempeñado un papel significativo en la historia y la cultura de España, y merece ser tratada con respeto y seriedad en un museo dedicado a ella. La dignificación de su imagen y la normalización de su actividad son reclamos justos y necesarios.