LIBRO DE DIEGO FIGUEROA
Hemos oído en la orden de todo, desde que el secreto es que no hay secreto, hasta la idea de que no es una sociedad secreta sino discreta.
Esta obra, sin ninguna duda, defiende que si existen tales secretos y no sólo eso, sino que los analiza y los pone a disposición de las personas que quieren dialogar con las ideas del autor.
La fraternidad masónica es una escuela deseable en lo que concierne a la espiritualización de las existencias individuales y la mejora de la sociedad humana en su conjunto (la que, inevitablemente, está subordinada al mejoramiento efectivo de los individuos).

La enseñanza es, por excelencia, simbólica y sapiencial. Ambas son altas posibilidades humanas en lo tocante al orden metafísico. Nada tiene en común con el saber profano ordinario (como es el caso del conocimiento científico) precisamente porque la experiencia metafísica corresponde a estados superiores del Ser a los que la mente racional y las emociones no pueden alcanzar.
El dogmatismo y la creencia están ausentes del discurrir iniciático masónico, pues en este nuestro camino no se trata de creer sino de realizar.
El masón debe despojar su conciencia de prejuicios históricos. Tampoco debe el masón, como libre- pensador, quedar detenido en una serie de afirmaciones de escuela. Debe profundizar en el lenguaje simbólico y ritual y extraer los mensajes que allí residen con una adecuada perspectiva plural y positiva